Vivimos en una sociedad de consumo dominada por grandes empresas multinacionales que controlan el mundo. La globalización ha servido para rebajar los precios de los productos de consumo, pero a la vez, ha disminuido su calidad y ha tenido un impacto muy negativo en la calidad de vida de la gente y en el medio ambiente. Dentro de este contexto, la economía local, basada en relaciones humanas y con vocación para ofrecer servicios de calidad, lucha para sobrevivir.
|
|
En el Orri, escogemos los productos que compramos y las empresas con las que trabajamos de manera crítica para apoyar al máximo la economía local y evitar que nuestro dinero termine en manos de grandes empresas con las que no compartimos ideales. Nos adherimos a lo que en Francia se designa como consommaction, la idea que el consumidor puede cambiar la sociedad en la que vive mediante sus opciones de compra. A lo largo de los años, hemos establecido y mantenido relaciones de trabajo con varias empresas locales. Tratar directamente con personas y empresas de nuestro entorno nos garantiza que el dinero que gastamos tiene un impacto positivo en nuestra región; a la vez, reconocemos que es una manera muy agradable de trabajar.
|