Hasta hace pocos años, gente de todo el mundo consagraba gran parte de su tiempo a producir comida, prepararla y consumirla. Hoy en día, dedicamos mucho menos tiempo a este proceso: lo compramos todo en grandes supermercados donde la mayoría de alimentos proceden de una industria altamente globalizada. Aunque han recorrido distancias increíbles, se presentan con envoltorios atractivos y nos facilitan la tarea de prepararlos, la mayoría de estos productos tienen poco sabor y poco valor nutritivo. Además, irónicamente, mientras la gente que los produce no puede alcanzar un nivel de vida aceptable, los que los consumimos somos cada vez más víctimas de enfermedades.
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En el Orri, hemos optado por apoyar otro modelo de producción de alimentos; desde el principio, hemos basado la selección de los productos que servimos en dos criterios: la proximidad (productos locales) y el respeto al medio ambiente (productos “bio”). A lo largo de los años, hemos establecido una relación de confianza con una red de más de 30 proveedores, todos ellos vecinos o personas que trabajan respetando los principios de la agricultura ecológica. De este modo, favorecemos tanto la producción local como ecológica, damos apoyo a personas que comparten nuestros ideales y proponemos alimentos de una calidad excepcional a nuestros clientes.
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